La oficial de la policía comunal de la ciudad de Rojas, Yamila Palacios, comenzó a lanzar bombas de estruendo para todos lados, a tono con la pirotecnia sin control de estas fiestas.

Sintiéndose acorralada por la cantidad de pruebas que existirían en su contra por los excesos que ha cometido y comete en el supuesto cumplimiento de su tarea como policía, por estos días comenzó a lanzar veladas amenazas a los familiares de quienes la han denunciado, diciéndoles por mensaje que les iniciara demandas a todos ellos.

Además de cierta protección corporativa de la fuerza policial, cuenta con banca política de las más altas autoridades de la seguridad local.

Recordemos que el caso que hizo estallar públicamente su situación fue dado a conocer por este medio el pasado sábado 24 de noviembre, cuando esa madrugada la agente arrestó a un joven en la vereda de una gomería, acusándolo de robar unas cubiertas que, el mismo dueño del comercio declaró haber dejado afuera para que se las llevaran los recolectores de residuos.

Es decir que no hacen falta muchas explicaciones para darse cuenta que le armo una causa al joven de manera no solo abusiva, sino muy burda.

Entre los casos más resonantes y notorios se destaca el allanamiento a una vivienda de calle Saavedra 19 donde, en base a una nula y falsa tarea de investigación pretendían encontrar al archiconocido delincuente Matías Preciado, quien registra profusos antecedentes y toda la ciudad sabe dónde ubicarlo, no así esta agente policial, que no obstante ello, encabezó el operativo de manera brutal.

Ese día, a finales del mes de julio de 2018, destrozó puertas, portones, persianas y otros bienes que a la fecha no han sido repuestos por las autoridades, pese a que en forma verbal han reconocido el error.

A pesar de todos los frentes que tiene abiertos, y de las investigaciones que aun lleva adelante el área de asuntos internos, sigue en funciones y hace alarde de la protección política amenazando a los familiares de quienes la han denunciado.

Con estas actitudes y con la férrea decisión de las víctimas de no desistir de las denuncias, acompañados por familiares, amigos y la comunidad, el mes de enero estará más caliente que nunca.