Como consecuencia de nuestra última publicación donde recordábamos su desempeño en los operativos de desalojo del predio ubicado en el sector de Barrio Progreso conocido como “Villa Corina”, de la ciudad de Rojas, en julio del corriente año, surgió un nuevo episodio que, no hace más que marcar el poder con que se mueve la agente Yamila Palacios en su ámbito de trabajo, a pesar de las denuncias que tiene en su contra por los abusos que comete.

En esa oportunidad, al arrestar sin causa a un señor, mayor de 75 años, quien nada tenía que ver con la ocupación del terreno, ni con la supuesta resistencia a desalojarlo. Motivo por el cual, se generó un grave problema interno, puesto que el hombre en cuestión era el padre de una colega de Palacios.

Un dato no menor es que, este señor estaba medicado por haber sufrido un ACV un tiempo antes de este arresto, y con el ánimo de no perjudicar el trabajo de su hija no denunció a la agente por el maltrato sufrido.

Pese a la actitud del hombre, quien evitó hablar de la situación, su hija fue sacada de la jurisdicción de la ciudad Rojas, y terminó en Pergamino, como resultado de un traslado.

Si hay algo que no se puede negar, es la banca política que tiene para ser capaz de decidir los destinos de una compañera a quien no es capaz de mirar a la cara, después de haber pedido su traslado.