Crece el escándalo

La cuestionada policía de Rojas Yamila Palacios, arrancó el 2019 con un archivo bien caliente

Yamila Palacios, oficial de la Policía de la provincia de Buenos Aires, enfiestada.
Yamila Palacios, oficial de la Policía de la provincia de Buenos Aires, enfiestada.

La agente de la Policía Bonaerense, Yamila Palacios, sigue manchando el uniforme y la institución a la que pertenece, no solo con su conducta del presente, sino con su pasado del cual hay registros, como la foto que acompaña esta publicación.

Además de estas fiestas de alcohol, drogas y sexo con lo que venga (no podemos ser más claros), hay que recordar que cuenta con ingresos a establecimientos de salud psiquiátricos; y aun con estos antecedentes que son públicos, ha logrado no solo ingresar en la Policía, sino que ha ascendió en su escalafón.

En tal marco, protagonizó numerosos operativos de allanamientos que han dejado muy mal parada a la fuerza por sus groseros errores, a los que le agrega brutalidad e impunidad, incluso llegando a plantar pruebas falsas para justificar su impericia.

Recordemos que el caso por el cual su figura y su accionar policial trascendió en la opinión pública, sucedió hacia fines de noviembre pasado, cuando detuvo a menores acusándolos de robar cubiertas de una gomería que el propio dueño del comercio, declaró haber tirado como residuos. Más claro imposible.

Este episodio generó una serie de denuncias que parecen hacer insostenible la permanencia de Palacios en la fuerza policial.

Ante esta situación ha apostado todas sus fichas a la relación que mantendría con la máxima autoridad política en materia de seguridad en la ciudad, a lo que agrega como forma de extorsión a sus propios colegas, la velada amenaza de arrastrarlos en su caída.

Esto es, por el conocimiento que tiene de los manejos de la cúpula policial en el distrito con diversos negociados con la actividad delictiva a la que supuestamente deben combatir.

Entre ellos, se cuenta una investigación que vendría haciendo asuntos internos por el descontrol en vales de combustibles que supervisan y aprueban el secretario de Seguridad, Núñez y el jefe policial Gómez.

Palacios conoce con lujo de detalles estas maniobras, y la llegada de estos funcionarios de asuntos internos a Rojas, hizo que cambiaran el lugar donde utilizaban los vales; antes lo hacían en la estación Shell y ahora en YPF. Lo que no cambiaron son los bolsillos adonde irían a parar los billetes de esos vales.

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